CONSTRUCCIÓN I

Después de haber estudiado muchas opciones de forjados para nuestro edificio, hemos llegado a la conclusión, con ayuda de fuentes externas, que se trata de un forjado hecho de losas macizas de hormigón, en su interior lleva una armadura de acero a dos direcciones que ayudan a soportar bien las tracciones.

 

Para evitar que el espacio vestibular aparezca lleno de pilares, se plantea una estructura resuelta con una doble escala. La escala mayor salva grandes luces, se destina al interior y se proyecta a base de unos grandes pilares apantallados de hormigón que soportan vigas de gran canto, de este mismo material. La escala menor salva pequeñas luces, se reserva al exterior y se resuelve a base de pilares metálicos, de tamaño mínimo, colocados a lo largo de las líneas perimetrales de las fachadas, casi confundida con la carpintería del edificio.

 

De esta manera se consigue una estructura que desaparece casi completamente en el interior, pero que cuando se hace visible lo hace con elementos de gran tamaño, y que, en cambio, aparece en el exterior descompuesta en piezas menores y ritmadas, a las que se les confía la imagen del edificio ya que de ellas vuelan los soportes de las pasarelas de limpieza de los vidrios, tan características de este edificio.

 

La estructura adquiere una importancia relevante, que va más allá de la función resistente, ya que es la imagen del edificio. Dicha imagen consiste en la adición, paralela en posición y escalonada en altura, de unos volúmenes de cristal rodeados de ligeras galerías perimetrales, que posibilitan la cómoda limpieza de los vidrios que cierran los espacios de trabajo, construidas con suelos de tramex apoyados sobre viguetas metálicas voladas de la estructura colocada en las líneas de fachadas.

 

De estas mismas viguetas metálicas cuelgan unas pletinas de canto que sustentan tanto las barandillas de las galerías como, en el caso de las orientaciones con

problemas de soleamiento, módulos de

parasoles de lamas horizontales.